viernes, 4 de octubre de 2013

Donkey Kong Country: Returns



Durante mi vida de videojugador he probado casi todos los juegos de plataformas creados por la compañia de la gran N desde el lanzamiento de la game boy. Todos tienen ese encanto especial y consiguen hacernos volver a nuestra infancia durante el tiempo que estemos con el mando en las manos, aunque unos más que otros desafían nuestros sentidos hasta el límite y es ahí cuando se demuestra que un juego de aspecto infantil no tiene por qué serlo. No todo el mundo tiene lo que hay que tener para ponerse delante de un Mario o un Mega Man y completarlos, y es ahí donde entra la saga de los monos que tan querida es por todos los que tuvimos una consola de Nintendo en las manos.


Donkey Kong es para mí una de las mejores sagas de plataformas que puedes encontrar y, aunque ha pasado tiempo, siempre es una buena idea desempolvar la Super Nintendo y echar unas partidas a cualquiera de los tres DK Country o bien conectar sus hermanos pequeños en nuestras Game Boy, los DK Land. Hasta el año 2010 recurrir a las viejas entregas de la saga era la única forma de reencontrarnos con nuestros primates favoritos ya que nunca se continuó la saga Country. Pero entonces llegó Retro Studios, un equipo de desarrolladores que trabaja para Nintendo y decidió regalarnos aquello por lo que estábamos suspirando desde hace tiempo. Un nuevo DK Country que no solo resucitase la saga, sino que además la revitalizase hasta adaptarla a los tiempos que corren, creando así un título capaz de mirar de tú a tú a los juegos clásicos que RareWare hizo en el pasado.



Desde el primer momento se respira ese aire que tenían los juegos anteriores y cuando empieza la partida todo sigue ahí. Las letras KONG, las monedas ocultas, la tienda del abuelo, los niveles repletos de desafíos que no te dará ni un segundo de respiro. Entre las fases a pié, a bordo de barriles voladores, de vagonetas... todo, lo que ya estaba y lo que se ha añadido se conjugan para ofrecernos la mejor experiencia DK posible.
Pero también hay cosas que se han eliminado y no serán del agrado de todos. Ahora solo controlaremos a Donkey y Diddy pasa a ser un personaje de apoyo que irá montado a nuestra espalda para propulsarnos con su jet pack, y darnos dos toques más antes de caer. Tampoco harán acto de presencia los clásicos Kremlings ni su rey K Rool. Ahora nos enfrentaremos a unas máscaras de vodoo que hipnotizarán a los animales de la isla para que roben las bananas a nuestros héroes.


Con todo, yo creo que las cosas buenas superan de lejos a las malas, si es que para ti es algo malo que solo haya un mono para controlar y el cambio de villanos. Yo creo que Diddy cumple a la perfección su nuevo papel y antes de darnos cuenta estaremos usando la propulsión en mitad de un salto como si siempre hubiese estado presente en la saga. En cuanto a la dificultad está a un nivel intermedio, no es tan endiabladamente difícil como sus antecesores pero tampoco es un juego fácil. Está en ese justo nivel en el que siempre tendremos ganas de más. Se puede decir que los monos más famosos del mundo de los videojuegos han vuelto, y lo han hecho por la puerta grande.


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