viernes, 12 de abril de 2013

God of War Ascension



Kratos se ha consolidado sin duda como uno de los personajes más queridos del mundo de los videojuegos tras su primera aventura de PS2. El iracundo guerrero espartano ha protagonizado toda una trilogía, más dos  aventuras portátiles en PSP y con todas ellas se ganó nuestra admiración pues presentaban la clásica estructura de un buen hack and slash aderezándolo con una escala gigantesca. Enemigos colosales, escenarios gigantes hacían que nos sintiéramos como una pulga ante el desarrollo de una aventura inolvidable. Cuando la segunda parte llegó parecía imposible que un juego de PS2 tuviese unas características técnicas semejantes que dejaban a la altura del betún a los primeros juegos de PS3.


Pero no fue hasta la tercera parte cuando descubrimos de lo que realmente eran capaces los programadores de Santa Mónica. Un Kratos casi humano nos deleitó con sus expresiones, sus movimientos y sus palizas brutales a los desgraciados enemigos que se cruzaban ante él. Era un auténtico placer avanzar por el inmenso cuerpo de Gaia mientras luchábamos contra los esbirros que intentaban frenar nuestros avances y, a la vez, el resto de titanes iban escalando el monte Olimpo a su ritmo. Todo era inmenso y se movía con una fluidez increíble. Una impresionante demostración de lo que PS3 era capaz de hacer.



Ahora, tiempo después, Kratos ha vuelto y está dispuesto a enseñarnos como era antes de convertirse en el Dios de la Guerra que todos conocemos. Para empezar nos enteramos de la existencia de las Furias, unos seres que se encargan de torturar a todo el que se atreva a romper un juramento con un Dios, y a modo de flashback, descubrimos como Kratos intenta romper su pacto con Ares. Y... ya está. El principal problema de esta nueva entrega radica en que la historia no ha sido demasiado cuidada, durante el desarrollo de los juegos anteriores la historia nos era contada mediante cinemáticas constantes, Kratos se encontraba con personajes secundarios que hablaban, interactuaban con él o simplemente recibían golpes del espartano, pero se sentía como se nos contaba una historia.


Ahora, al margen del inicio del juego, donde se nos explica el origen de las furias y cómo Kratos escapa de una de ellas, el resto de la aventura apenas cuenta con tres o cuatro cinemáticas más, y algunas de ellas son irrelevantes, como ver un barco partir con Kratos a bordo tirado por una bestia gigante. El resto es ir avanzando, despachar unas hordas de enemigos, escalar un poco, más enemigos, deslizarse por un escenario descendente, y más enemigos. De vez en cuando aparece algún puzzle como a los que estamos acostumbrados en otros God of War. Y puede que esto canse a algunos de los jugadores que esperaban un desarrollo más clásico y argumentalmente más desarrollado, algo como lo que tuvimos en GoW III.


En el plano gráfico es dónde el juego brilla con luz propia. No creo exagerar cuando digo que éste juego es uno de los que más luce en esta generación. La primera vez que lo probé no podía creerlo. Las texturas, la iluminación y sobre todo la fluidez con la que se mueve todo es alucinante aunque, para mi gusto, el juego tiene un sabor agridulce cuando, como ya he dicho, el desarrollo no está a la altura de lo esperado en un God of War. No digo que se un juego mediocre, la verdad es que es muy divertido y creo que el principal problema es que las anteriores entregas dejaron el listón muy alto.


Kratos se renueva con una nueva entrega que nos ofrece una apartado técnico de lujo y un desarrollo bastante clasicote pero no por ello menos divertido aunque sí algo simple y decepcionante si estás acostumbrado a los juegos anteriores y sobre todo si tienes muy presente la tercera entrega de la saga.
En el caso del multijugador que esta entrega ha incluido como novedad parece ser en realidad el núcleo del juego y nos presenta combates entre guerreros espartanos en unos escenarios cerrados. Podemos activar trampas, coger armas, y meternos en escabechinas entre unos cuantos jugadores para demostrar quién es el guerrero más poderoso.


En definitiva parece más bien un juego experimental, en el que han intentado probar si gusta el multijugador que han creado, y por las críticas que se pueden leer por la red, los jugadores están más que satisfechos con dicho modo. La historia es más polémica y no ha cuajado del todo bien, hay a quién le parece genial y otros que no tanto. Lo que yo tengo claro es que se trata de un juego bien hecho y con grandes virtudes pero no ha conseguido emocionarme como hicieron sus antecesores. Buen juego pero en mi opinión, mal representante de la saga. Aún así ,espero y deseo que Kratos vuelva, pero eso sí, que lo haga cuando esté listo para ello.

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